Es super común, como todos sabemos, ver caca de perro en las calles. A quién no le ha pasado que termina incluso pisando una, lo que termina siendo horrible porque de ahí viene el doloroso proceso de limpiar el zapato. Puaj.

 

Uno en general no se molesta tanto con esta situación, porque los perritos de la calle son en buena parte los que causan esto y es como raro enojarse con ellos por eso (descontando casos donde uno se enoje con las autoridades por no hacer nada o algo así). 

 

Pero sí llega a indignar cuando esto resulta por la irresponsabilidad y mala voluntad de quienes tienen mascotas. Quisimos darle una vuelta, para aportar algo valioso a la comunidad, a esto de la caquita de perro. ¿Cómo enfrentar este problema?

 

Teniendo en cuenta que en parte esto es por los perritos de la calle, uno tendría que esperar que la municipalidad tenga suficiente plata para invertir en el aseo público de buena manera. Esto ya es un poco más complicado y político, y queda más a criterio del ciudadano sobre por quién quiere votar y todo eso. Pero a nivel más social, uno igual, por un lado, puede insistirle a la Muni que se ponga con el problema (directamente o mediante organizaciones vecinales o comunales), y por otro, se pueden tomar medidas por parte de la gente común para enfrentarlo.

 

Y bueno, siendo parte del problema un asunto también con las autoridades, lo otro es confrontar a los tenedores irresponsables de mascotas que gozan del bien común de las calles pero no aportan nada para que estas existan y se puedan ocupar bien, limpiecitas. Pero esto hay que saber hacerlo con inteligencia. ¿Qué procede? Siguiendo sobre todo la guía de Wiki How sobre este temita, ofrecemos varias recomendaciones para enfrentar este problema.

 

Método 1: en pedir no hay engaño

 

  1. Pedírselos directamente. Hacer esto puede ser incómodo, pero en general igual va a resolver el problema. Hay distintas razones por las que las personas no recogen la caca de sus perros. Quizás creen que nadie los ve o a nadie le importa, que no afectan a nadie alrededor tampoco con eso. Pedirles (amablemente) que lo hagan es una buena forma directa de comunicarles que la cuestión que hacen sí se nota y sí afecta a otros.
  • Algunas personas intentan dejando notas o carteles para que los culpables de esta conducta se den cuenta y tomen responsabilidad. Aunque esto puede ayudar a generar más conciencia en la comunidad, igual hay gente que no responderá a esa clase de cosas porque piensan que no hicieron nada malo o que nadie sabe que ellos lo hicieron.
  • Si se va a dejar un cartel sobre esto, es recomendable hacerlo con humor, con notas chistosas o ingeniosas sobre recoger la famosa caca de perro.
  1. Usa un tono amistoso, y evita confrontar a la gente estando enojado. Habíamos dicho que pedir tiene que hacerse amablemente. Incluso aunque sea comprensible enojarse (siempre es legítimo tener esa reacción), eso no quiere decir que se justifique o sea útil dejar que ese enojo se exprese como ira, con malos tratos, gritos o agresiones verbales. Es sabido (en la vida cotidiana y en los estudios del temita) que confrontar a las personas agresivamente las pone a la defensiva y responderán peor a cualquier solicitud o demanda ajena. Picarse mucho tampoco aporta al final.
  2. Dales una razón. Posiblemente las personas que cometen este error no tienen en cuenta cómo afecta a los demás lo que hacen. Cuando uno le pida a estas personas que recojan la caca, es por lo mismo útil e importante ofrecerles una razón. Por ejemplo, algo como “Sé que es una lata, pero ¿Podrías recoger la caquita de tu perro, por favor? Pasa que niños muy pequeños juegan por aquí y agarran cualquier cosa (o tocan el pasto en las plazas y así), los perros a veces también se la comen y eso esparce enfermedades.”
  3. Sé honesto y no exageres. No sirve al final decir cosas, en serio, como que estas personas están arruinando la vida de toda la comunidad, o algo así muy exagerado pues esto hará que los infractores lo tomen menos en serio. Hay que ser directos y honestos sobre cómo nos afecta y molesta este mal hábito de algunos.

 

Método 2: informar sobre las consecuencias

 

  1. Es importante informarle a las personas sobre las reglas sociales y legales que hay en este tema. No solo le caerás peor a los vecinos del lugar por tu mala práctica, sino que además te enfrentas a posibles consecuencias legales. Desde la llamada “Ley Cholito” en Chile (que regula la tenencia responsable de mascotas), a las personas que no limpien la caca de sus perros en la calle les puede caer una multa de hasta 30 UTM, o sea hoy día alrededor de dos palos (¡Dos palos!).
  2. Desmitificar el asunto y refutar algunas confusiones típicas. Algunas motivaciones para esta mala práctica pueden venir de ciertas ideas comunes erróneas:
  • Una persona podría pensar que la caca de perro se va a descomponer más o menos rápido, y que no es tan grave por lo mismo. ¡Pero esto no es así! La caca de perro puede durar meses o años, y deja un montón de toxinas y bacterias en el suelo o la tierra. Se puede enfrentar amablemente a la personas explicando que es una práctica insalubre;
  • Es típico que las personas, como piensan que la caca de otros animales también se usa de fertilizante, piensen que no es particularmente dañino o incluso al contrario cuando cae en la tierra. Podrían pensar que la lluvia va a descomponer la caca luego, o que ayudará con las bacterias y tal. Pero en realidad la única manera realmente higiénica de lidiar con la caca de perro es meterla en una bolsa y a la basura.
  1. Háblale a la gente sobre los riesgos para la salud. La caca de perro es un riesgo para la salud tanto de los humanos como de los perros, por más exagerado que le pueda parecer a algunos. Los perros a menudo comen caca o juegan con ella, para después ir a lamerle la cara a un niño chico o a su dueño, y con ello esparcen peligrosas infecciones. Especialmente si te lame lugares como la boca o los ojos, eso te puede enfermar (en el peor de los casos, con un poco de mala suerte, puede matarte).
  • Un solo gramo de caca de perro puede contener alrededor de 23 millones de bacterias.
  • Los perros esparcen estas bacterias lamiendo y mordiendo la caca, o pisándola. Estos patógenos incluyen peligrosos sujetos como la famosa bacteria Escherichia coli, la Giardia o la tenia (lombriz solitaria).
  1. Háblales de los riesgos ambientales asociados a la caquita de perro. Científicos han advertido que puede ser un problema ecológico al desequilibrar las cuotas de nutrientes disponibles para otros seres vivos.
  2. Si es posible repartir panfletos o folletos con esta información, cuánto mejor. 

 

Método 3: ofrecer herramientas para recoger la caquita

 

  1. Ofrecerles amablemente una bolsita para que cumplan su deber; andar con ellas a mano puede ser útil para poder hacer esto.
  2. Solicitar que hayan dispensadores de bolsas en plazas y áreas públicas (aunque esto implicaría asumir que la gente no se las robe o destruya).
  3. Asegurarse de que haya basureros a mano en lugares públicos.

 

Método 4: medidas para infractores recurrentes

 

Si nada más funciona, hay otras cosas que pueden servir para desincentivar estas malas prácticas, en última instancia reportar a las autoridades simplemente.